
Me jacto de mi poder de Presidente y le digo a mi asesor de comunicaciones que les de un sustito, argumentándoles que abriré una investigación en contra de ellos. Señores, no hay que ser genios para saberlo. Yo rara vez toco el Twitter, es mi asesor y mi equipo quienes se encargan de realizar todas las patrañas que les pido en la vía digital. Tengo miedo, cada día se los acepto más y por eso, cada semana surgen escándalos nuevos, coyunturas las cuales ya no puedo controlar y me han ido bajando popularidad en los votantes. Señores, abramos los ojos, vivimos en Democracia aunque yo me empeñe por demostrarles día a día que ya no existe. No te pueden meter a la cárcel por expresarte mal de un Presidente ni por ofenderlo. Los pobres tuiteros han tenido que borrar sus cuentas. Si algún día leen este post, yo les digo, no tengáis miedo del Correísmo, síganse expresando y en Febrero elijan con la cabeza y el corazón, no con campañas demagógicas que apelan a los sentimientos
Este mes no ha sido fácil para digerir para mí. Pedí una licencia que ha estado en tela de juicio de todos y con mucha razón. Ahora rompo mi licencia y actuó como Presidente contra dos indefensos tuiteros. Desde el idiota de Pedrito, su esposa y sus cuentas con lavado de dinero; Jorge con su famosa tesis y el Internet como recurso renovable; mi doble discurso, mensaje ofensivo hacia Obama y mis constantes insultos en los mitings políticos; mi firme misión de no ver un tan solo video negativo mío en Youtube; como Un padre para la patria, narcoseries, mofes de mi gobierno. ¿Hasta dónde llegará la tiranía? no basta con un anuncio en bicicleta. Abramos los ojos, En vez de gastar $100,000 en producciones de anuncios perecederos, debería invertir en la salud y seguridad de mi país.

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